Trayectos que empiezan en la mente, en el recuerdo, en el deseo, en los misterios de caminos viejos y nuevos. Una declaración en pos de salir de casa y dejarse sorprender por el mundo que tenemos hoy para (re)conocer.
Ya nos habían sorprendido unos olivos que habíamos visto sobresalir de un patio inglés en pleno invierno y en estos días de comienzo de la primavera boreal nos hemos encontrado de pronto con un olivo en primer plano. Ya no solamente frondoso sino dando fruto: unas aceitunas negras brotando generosa y jugosamente. Para marcar el inesperado encuentro, unos versos del poema 'The Olive Tree', del escritor estadounidense Karl Shapiro (1913-2000), ganador del Premio Pulitzer en 1945.