Un viaje a Colombia, en Londres

Un viaje a Colombia, en Londres
Carriel en 'El Rancho de Lalo' ©El Exquisito
Mesa Editorial / June 2, 2023
  • Brixton es un barrio de Londres, parte del distrito de Lambeth, reconocido actualmente por su población muy diversa, con inmigrantes de distintas partes del mundo, influencia afro-caribeña, y un mercado que atrae visitantes de toda la ciudad. Décadas atrás, la fama era de revueltas y peligro. Sin dejar de ser un barrio de una gran metrópolis con todo lo que esto trae, se ha ido transformando sin perder su caracter multicolor con sitios que llaman la atención. Pero uno de los mejores lugares que tiene es sin duda un restaurante auténticamente colombiano: El Rancho de Lalo.

    Ubicado muy cerca de la estación de metro (Tube), el restaurante ofrece un menú con platos típicos de excelente calidad, sopas, sancochos, pescados, sin olvidar el clásico banano al lado de la sopa, al estilo del país, y la ensalada que no puede faltar con el seco. ¿Arepas antioqueñas?, ¿hogao? todo en el menú.

    Pero el plato estrella que merece comentario aparte es, por supuesto, la Bandeja Paisa, servida con todo. Sí, con todo: los fríjoles, huevo, arroz, chorizo, chicharrón, aguacate, patacones y demás (la abundancia define este plato). Las porciones son parecidas a las de las abuelas tradicionales: muy generosas. Al terminar el plato, con guarapo, postre con arequipe y quesito, tinto y una menta, uno se puede sentir, cual arriero, listo para terciarse un carriel, cabalgar hacia el Viejo Caldas y refundar la Colonización Antioqueña (por las buenas).

    Restaurante Rancho de Lalo ©El Exquisito

    Este restaurante es la obra de un colombiano emprendedor y dedicado, Carlos Zuluaga, quien inició su trabajo en el mercado de Brixton y ahora dispone de un amplio local aparte, con un equipo de trabajo bien organizado y el sitio decorado con los tradicionales elementos que él llama de ‘cantina’: los cuadros con imágenes del campo, las fincas y las montañas; las artesanías de balcones, los costales de café, machetes (con fines culturales únicamente), ponchos con nombres de aguardiente y el clásico almanaque de pared.

    En la cocina, una señora plena de talento y buen gusto se encarga de que la sazón de cada plato sea como la mejor que una persona colombiana pueda echar de menos al recordar su mesa familiar, y una extranjera imaginar . Todo en medio de ingredientes fresquísimos, mucha limpieza -como vale la pena subrayar- y ese aroma delicioso a montones de cilantro y a ‘frijolitos de la casa’. La recomendación en Londres: cruzar el río Támesis hacia el sudoeste y almorzar donde Lalo. Y como abrebocas: un video corto en el sitio web del restaurante, con una buena historia y buen apetito.

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