El invierno boreal trae muchas horas de oscuridad, frío y encierro. El paso de la estación puede hacerse lento, mientras se hace el cambio de año y el bullicio decembrino ha cesado.
Los propósitos del comienzo del 1º de enero pueden alternar con melancolías y desazón. Pero siempre será una buena noche (o día) para mirar a un cielo como el de la formidable bóveda estrellada de la Capilla de Santa Maria in Solario. Esta iglesia se encuentra en el monasterio de Santa Giulia y San Salvatore, dentro del complejo monumental que hace parte del valioso patrimonio universal conservado en Brescia, al norte de Italia, ciudad generosa en motivos para comenzar un Año Nuevo.