Robert Burns, el llamado “bardo escocés” es celebrado anualmente cada 23 de febrero, en la tradicional ‘Burns Night’. Pero no es solamente un autor para las veladas de invierno. Su personalidad y variada creación literaria apelan a distintas estaciones del año, con distintos estados de ánimo, preocupación y disposición para leer a quien alguna vez dijo “no hay nada tan incierto como una cosa segura”.
Entre los títulos recomendados, la colección de poemas de Robert Burns (2001) editada por el escritor, músico y profesor, también escocés, Don Paterson, que comienza con esta prometedora línea su introducción: “Dado que el carácter de Robert Burns es tan complicado que efectivamente no existe -no hay prácticamente ningún rasgo humano que no haya exhibido en un momento u otro, como si esto lo definiese– cada quien es libre de leer a Burns de acuerdo con su propia agenda política, crítica o neurótica”.