La capital española abarca tanta gente de tantas partes, idiosincracia y conversación. La agenda de la ciudad es como un sinfín de menús. La Feria del Libro tiene una señaladísima cita anual, y otros tantos eventos, autores y librerías de nuevo, viejo, oculto, culto, picaresco y más se entremezclan con festivales de flamenco, jazz, tropical. La música clásica suena todo el año. El teatro no cierra y la ópera alza voz cada mes del año. En distintas salas se le recuerda a la gente que nada iguala a una pantalla gigante cuando se trata de cine.