En El Exquisito nos ocupamos de libros, de arte, de música, de viajes, de los acontecimientos del momento, de las humanidades, de las ciencias, del relato en palabras y en imágenes. Y además nos ocupamos de la buena educación, del buen gusto, del buen vino y, quede dicho desde ahora, del buen café. Tenemos opiniones, las exponemos, las explicamos, las publicamos.
Nos interesa entender qué pasa en el mundo físico que habitamos y también en el mundo virtual que navegamos día a día, y en donde debutamos hoy con esta edición de El Exquisito. El menú inaugural es variado, aunque tiene un tema común al cual se llega por distintos caminos: Roma. La capital italiana nos inspira en esta edición inaugural por varias razones. Primero, su antigüedad, historia y significado para el mundo entero son indisputables, y como sus fuentes, es tema inagotable. Segundo, es ciudad de peregrinaciones, o romerías, que nos hacen pensar tanto en sacrificio como deleite, en ritual religioso y merienda jovial, asuntos todos que nos atañen. Tercero, tras dos años de pandemia y confinamientos, salimos a la calle con nuevo aliento, y es allí, en donde, en tiempos de otra peste, la visión de un ángel marcó un antes y un después que todavía resuena desde las orillas del Tíber. Además, ante la vorágine de los tiempos que corren, asolados con continuos mensajes de inmediatez, amenazas inminentes, incertidumbre y agotamiento, nada mejor que proponer, en cambio, la idea de eternidad: Roma.
El Exquisito ha nacido de muchos trayectos transatlánticos entre América y Europa, con algunas exploraciones por mares de otras geografías; de recorridos por senderos que cuentan historias de tiempos viejos, de tiempos de ahora, de tiempos por venir; de grandes eventos públicos así como de elucidaciones privadas; de entrevistas formales, de intercambios casuales. De experiencia profesional y de la vida que, en el siglo XXI, se puede vivir en distintas latitudes, con distintos horarios, hábitos, idiomas. Aquí, el español es principal riqueza y delicia, aunque nos gusta conversar con vocabularios y acentos variados. Para empezar, esta edición incluye algún nombre en rumano y presenta respetos a la lengua madre, el latín.
Y es precisamente el latín el que inspira nuestro nombre. Exquīsītus, exquaero, exquīro… Nos proponemos buscar diligentemente, inquirir, hacer examen y averiguación exacta de algo para formarse un juicio de ello. Nos interesa el trayecto etimológico que alude además a aquello que se pide, se busca, se aguarda con expectación, a cierto singular ingenio, a lo hermoso, lo intensamente sentido, lo agudo, grácil, soberbio.
Así que, con decisión, habiéndonos cerciorado de la ruta, se inicia esta publicación. Los invitamos a conocer, leer, comentar, a suscribirse. Y que el trabajo nos resulte, al decir de la Real Academia, “de singular y extraordinaria calidad, primor o gusto en su especie”: exquisito.