El día 22 de febrero 2023 es Miércoles de Ceniza, fecha observada por la Iglesia Católica y otras denominaciones cristianas. Una fecha solemne que marca el inicio de la Cuaresma, Quadragésima, y que recuerda a los creyentes la propia mortalidad y la necesidad del perdón de Dios.
La imposición de las cenizas tiene su origen en los primeros tiempos de la iglesia en Roma cuando aquellos acusados de graves pecados, de asesinato, adulterio o apostasía, vestidos con sacos rústicos, recibían una aspersión de cenizas e iniciaban un periodo público de penitencia, expresando así su dolor y arrepentimiento. Quedaban excluidos de la Eucaristía hasta el Jueves Santo, cuando hacían una reconciliación con el resto de los fieles en la ceremonia.
Esta práctica específica fue cayendo en desuso y sustituida por la imposición de la ceniza en la frente a todos los fieles, decretada por el papa Urbano II en el año 1091 para clérigos, laicos, hombres y mujeres. En el siglo XII, el Misal correspondiente ya indicaba que en el momento de la imposición se debían pronunciar las palabras tomadas del Antiguo Testamento, cuando Dios reprocha a Adán en el libro del Génesis: “Recuerda que en polvo eres y en polvo te has de convertir” que a finales del siglo XX se empezó a alternar con la frase “Conviértete y cree en el Evangelio”, tomada del Nuevo Testamento cuando Cristo comienza su vida pública. Ambas son importantes para recordar la brevedad de la vida y el llamado a alejarse del pecado y seguir a Dios.
Antes del siglo VII, la duración de la Cuaresma oscilaba alrededor de 42 días antes de Pascua, con 36 días de ayuno, que en ese siglo fueron aumentados a 40, siendo éste el número de días y noches de Jesús en el desierto según el Evangelio.
Penitencia, sacrificio, arrepentimiento, caridad son preceptos que se mantienen para la Cuaresma, durante la cual, en las misas, no se recita el ‘Aleluya’. En muchas iglesias, las imágenes y estatuas permanecen cubiertas. En general, el ayuno es una práctica consuetudinaria durante la Cuaresma. Las obligaciones eran por supuesto mucho más drásticas siglos atrás, por ejemplo, cuando Santo Tomás de Aquino describe la prohibición de cualquier alimento el Miércoles de Ceniza y Viernes Santo y de carnes, huevos, lácteos en otros días de Cuaresma, durante los cuales, además, el ayuno se mantenía hasta las 3:00 de la tarde.
La hora de las 3:00 p.m., sin embargo, se adelantó en algunos monasterios para las 12:00M en Cuaresma, y así acortar ligeramente el ayuno a los monjes y labriegos en sus trabajos del campo y otros, siendo de todas maneras las normas más estrictas para los miembros del clero.
Falta de conocimiento, preparación o incluso vocación hace que, entre algunos sectores de la Iglesia, haya una extra-flexibilidad, bastante cuestionable, con la liturgia del Miércoles de Ceniza y la Cuaresma en general. Pero, con la adecuada información y buena disposición, es posible hacer de este periodo una preparación con significado real hacia Semana Santa. Una recomendación musical para empezar: este canto de súplica a Dios, en latín, que data del año X: Attende Domine; y que tiene, valga la anotación, origen mozárabe, la lengua romance que se hablaba en las regiones de la península Ibérica que estuvieron bajo dominación islámica.
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