Cada viernes del año, desde el inicio de la Cuaresma y hasta el Día de Todos los Santos, el 1º de noviembre, exceptuando el Viernes Santo, la Basílica Catedral de Notre-Dame de Chartres abre un espacio habitualmente restringido para los fieles y demás visitantes: su laberinto labrado en piedra en la nave central. El propósito, en el día que tradicionalmente es de abstinencia para los católicos, es permitir a las personas interesadas hacer un recorrido meditativo. Una visita y relectura desde nuestros archivos.
Contenido para la vida buena
Por favor ingrese aquí sus datos de acceso o adquiera su suscripción aquí para continuar leyendo.
Please enter here with your login details or or subscribe here to continue reading.