Son 182 metros casi verticales con un gradiente 1:2 que, desde el -sano y salvo- puesto de la prudente distancia, puede ser un recorrido rápido pero para los concursantes puede hacerse más largo al intentar mantenerse en pie mientras persiguen el queso que puede alcanzar unos 112 kilómetros por hora de velocidad. La competencia se hace por tandas, y los participantes tienen también que hacer el camino hacia el punto de partida, colina arriba.
No se sabe exactamente cuándo empezó este concurso. En los archivos locales hay un documento del pregonero del pueblo anunciándolo en 1826, pero ya entonces parecía ser una tradición antigua, incluso algunas personas creen que podría haber empezado seis siglos atrás. El propósito tampoco se sabe con certeza, se habla de un ritual o también de una demostración para los derechos de pastar ganado en el lugar.
En cualquier caso, hoy tiene fama internacional, con miles de espectadores nacionales y extranjeros, así como participantes procedentes de distintos países. Para algunos, es parte del calendario internacional de este tipo de eventos, como la Tomatina y San Fermín en España. En la carrera de hombres, Chris Anderson, de la vecina ciudad de Stroud, ha ganado un total de 22 carreras, seguido por otro que marcó un récord de 21.