Devoción, arte y vino en Beaune

Devoción, arte y vino en Beaune
Rogier van der Weyden, El Juicio Final - Altar Beaune (fragmento), Hospices de Beaune, Francia ©Web Gallery of Art, Wikimedia
Mesa Editorial / February 13, 2023
  • Devoción, caridad, historia, arte… y vino. Sí, es Francia, la región oriental de la Borgoña en donde se ubica la ciudad de Beaune, capital vinícola y sede del histórico Hôtel-Dieu, Hospicio de Beaune, antiguo hospital y una de las edificaciones de la época mejor conservadas en Europa.

    El Hospicio fue fundado en 1443 por el señor Nicolas Rolin, canciller del duque de Borgoña. En un pueblo decimado por la guerra de cien años, disturbios, la peste, Rolin levantó este edificio para los pobres, sin escatimar nada. Su inspiración arquitectónica fueron los hospicios de Flanders y París, y su inspiración espiritual fue el sufrimiento, la gratitud a Dios por la buena fortuna concedida y la plegaria por la salvación. El hospital se abrió sin costo para los enfermos, y fue dotado, además de lo propio para su atención, con una farmacia y con un excelente conjunto de granja, bosque y viñedos, estos últimos donados en 1457 por Guillemette Levernier.

    El Canciller también lo dotó de una obra de arte formidable: el Altar de Beaune, también llamado El Juicio Final, encargado al artista neerlandés Rogier van der Weyden  (Rogier de la Pasture, 1399/400-1464), quien lo construyó en su taller entre 1445 y 1450. Con la figura de Cristo en el compartimento superior central, el cuadro completo es una representación del reino celestial, de la vida en la tierra y del temor al infierno, aunados por el juicio en el momento de la muerte, representado en el compartimento inferior central con el arcángel San Miguel sosteniendo la balanza entre la salvación y la condenación. Es una obra que advierte sobre los últimos momentos de la vida y también simboliza, con figuras como las de San Sebastián y San Antonio el Grande, incluidos en las pinturas, un mensaje de consuelo y esperanza de sanación.

    El políptico mide 2.20 metros por 548 centímetros, consiste en quince pinturas en nueve paneles, de los cuales seis tienen pinturas por ambos lados. Ha sobrevivido más de 500 años, Revolución y restauraciones defectuosas. Se ha deteriorado, quizá acentuando así el tema del paso del tiempo y sus efectos ineludibles, pero continúa siendo un ejemplo de arte gótico tan estilizado como expresivo, y del talento magistral por parte de uno de los artistas flamencos más distinguidos e influyentes en su tiempo. Olvidado en el siglo XVI pero recuperado para la historia del arte cuatro siglos más tarde.

    Se sabe que el canciller Rolin y su esposa, Guigone de Salins, dedicaron su fortuna y esfuerzos para este hospital. Ella vivió allí, y fue enterrada en la Capilla, en frente del Altar. “Fue un trabajo y un acto de fe”, se lee en la descripción para los visitantes al Hospicio, hoy convertido en Museo del Hôtel-Dieu.

    ¿Y qué ha pasado con los viñedos del Hospicio? Ocupan 60 hectáreas, 50 dedicadas a la cepa Pinot Noir y 10 a Chardonnay. Un grupo selecto de 22 viticultures se encarga de la producción que se pone a la venta dentro de la subasta anual el tercer domingo de noviembre. Una tradición iniciada en 1859 para recoger fondos destinados al hospital y actualmente al sostenimiento del museo y sus actividades, que este año incluyen talleres artísticos, recitales poéticos, visitas especializadas, programas alrededor de las cavas y el vino, la conmemoración del matrimonio de los fundadores, programas nocturnos, recorridos sensoriales del jardín, conciertos, exposiciones sobre la orden religiosa de las hermanas Hospitalarias, su historia en la resistencia francesa, conferencias sobre la misericordia y, entre otros, un espectáculo artístico sobre “el atractivo de la siesta”, que realmente puede ser un acto muy misericordioso, especialmente en el verano.

    La fecha coincide con el fin de semana de festividades en Beaune, durante el cual se llevan a cabo otros eventos también, como espectáculos callejeros, visitas a cultivos y bodegas de distintos productores, degustaciones, muestra gastronómica, presentación de cosechas especiales, comidas organizadas por las distintas cofradías y los honores a los nuevos embajadores del vino de la región. Incluso una media maratón se alcanza a correr por esos días.

    En noviembre de 2023 corresponde la 163ª edición de la subasta. Pero cualquier momento del año es bueno para dirigirse a este centro vinícola en el departamento francés de la Côte-d’Or; y además de los frutos de la vendimia, admirar los techos multicolores con las tejas vidriadas, características de la región. En el camino, no olvidar al maestro flamenco que con su formidable obra en el altar del viejo hospital, hace recordar a todos sobre la vida, la muerte y la eternidad.