La iglesia católica del Santissimo Crocifisso en la ciudad de Salerno, Italia, tiene dos pinturas particularmente notables de la Crucifixión. La original es un fresco antiguo que se encuentra en la cripta y la segunda se encuentra en la nave central, un mosaico moderno que llama la atención por la belleza y calidad de la obra.
El templo actual, construido en el siglo XIII, se eleva en un terreno en el cual hubo uno anterior, en el primer milenio, y que fue descubierto en 1950. La iglesia medieval fue llamada ‘Santa María de la Piedad de Portanova’, contigua al monasterio del mismo nombre, y posteriormente fue asociada al monasterio de San Benedicto, en el centro histórico de Salerno. El fresco original data de la primera mitad del siglo XIII, y presenta la Crucifixión con una escena en la parte inferior que incluye a la Virgen María y otros personajes bíblicos.
El fresco ha sufrido deterioro debido a la humedad de la estructura, y en el año 1960 se llevó a cabo un trabajo cuidadoso de reproducción del fresco pero en forma de mosaico, siguiendo las técnicas de los afamados grupos de mosaicos de la ciudad de Ravenna, al norte del país.
El resultado es realmente notable (y no solamente porque los años 60 no son particularmente conocidos por haber inspirado buen arte religioso, sino más bien lo contrario). Al ingresar al templo y dirigirse al ábside central, se encuentra la imagen monumental, con el Cristo pendiendo de la Cruz, y los ojos cerrados (tal y como fue pintado en el fresco originalmente, y que diferencia la obra de la tradición bizantina de representar a Jesús despierto, con los ojos abiertos), los soldados, uno de ellos traspasando su costado con la lanza, un grupo de cuatro ángeles, la Virgen dolorosa acompañada de mujeres y apóstoles conforman un cuadro que claramente hace referencia a la pintura de la cripta pero, con una técnica y un fondo diferentes, ofrece una visión conmovedora de la pasión y muerte del Jesús, de su sometimiento a la voluntad de Dios, del dolor de quienes lo acompañan y la desolación alrededor.
Con esta imagen, una recomendación: el canto Vexilla regis prodeunt (Las banderas del rey avanzan), compuesto en latín por San Venantius Fortunatus, poeta y obispo de la ciudad francesa de Poitiers, y el cual fue cantado por primera vez en procesión en noviembre del año 569, cuando el monasterio Saint-Croix de la ciudad recibió una reliquia de la Santa Cruz. El himno hace parte del Misal Romano para el Viernes Santo y se escucha también en otras solemnidades. En esta grabación se puede ver un fragmento interpretado por el coro estadounidense Schola Cantorum Gloria Dei. Fe, arte y música del siglo XIII al XXI.