El triunfo, sin triunfalismo, del Cristianismo

El triunfo, sin triunfalismo, del Cristianismo
Christendom (detalle carátula) ©Allen Lane, Penguin Books
Mesa Editorial / April 14, 2023
  • El libro Christendom: The Triumph of a Religion (2022), presentado en el Festival Literario de Oxford 2023, es una obra ambiciosa y desafiante sobre el origen, desarrollo, establecimiento del cristianismo como religión dominante en Europa. El autor es Peter Heather, historiador y profesor de la Universidad King’s College de Londres quien ha abordado el tema con la distancia posible de su confesa condición de no creyente.

    El  autor repasa la expansión del cristianismo en tres grandes periodos. El primero, el comienzo en el medio oriente, la difusión en el mundo griego, la posterior “romanización” de la nueva religión tras la que el autor califica de “conversión política” del emperador Constantino en el año 312. Con el Imperio Romano en sus últimos siglos como telón de fondo, el autor recorre la disputas sobre doctrina, los concilios generales, la formulación del credo de Nicea (año 325), la progresiva aprobación del cristianismo por parte de instituciones estatales y la emergencia de las instituciones eclesiásticas con sus códigos, organización y poder mientras, por su parte, el poder imperial hacia finales del siglo V ya se encontraba en declive definitivo, con el acoso de los “ejércitos bárbaros” y el papa Gregorio el Grande como cabeza de la iglesia en Roma.

    Para finales del siglo VI y comienzos del VII, la división que ya existía entre el oriente greco-parlante y el occidente latino-parlante del Imperio se trasladó también a la Iglesia, que tendría dos centros: el de oriente bajo el mando del patriarca de Constantinopla (con los auxiliares de Antioquía, Alejandría y Jerusalén) y el de occidente bajo el mando del obispo de Roma, con el papa León Magno invocando una autoridad superior heredada de San Pedro. El profesor Heather aborda también la conversión de San Agustín y sus Confesiones, su Ciudad de Dios y el esfuerzo por dar cuenta de la naturaleza de una Iglesia que intentaba darle forma a un sentido de unidad en medio de conversiones pero también debates, sincretismo y distintas prácticas en la adopción del cristianismo en distintas partes del muy extenso, y diverso, Imperio Romano.

    El segundo periodo inicia con la organización administrativa eclesial tras la caída del Imperio, la creación de escuelas en los monasterios con una palpable herencia de la Roma clásica, la construcción de catedrales, y la enseñanza impartida con sofisticación, vigor no exento de fuertes -y dilatadas- disputas, en una sucesión de eventos que daría pie a la fundación de las primeras universidades. Mientras la expansión del cristianismo continúa en el noroeste de Europa, se ve interrumpida por el Islam y sus invasiones en el sur de España y el norte de África.

    El tercer y último periodo trae en primer plano a Carlomagno, quien se presume a sí mismo como un nuevo emperador, pero mientras el poder secular se reafirma en Europa con los monarcas, el poder espiritual se reafirma cada vez más potentemente con los sacerdotes, creando tensión por la supremacía entre príncipes y el pontífice romano, siendo éste quien, en los comienzos del segundo milenio, es reconocido ya con autoridad tanto para ungir como para deponer emperadores. El libro incluye también un apartado sobre las Cruzadas, las fundaciones de órdenes de frailes y predicadores y el IV Concilio de Letrán.

    Como señala el profesor emérito G.R. Evans en su crítica para el periódico Church Times, el carácter de “outsider” del profesor Heather, de quien no escribe con una premisa de superioridad del cristianismo, marca el libro “en su totalidad” aunque acierta en su propósito de hacer “preguntas raras” y mostrar que la expansión del Cristianismo fue un proceso lleno de obstáculos.

    El autor saca a la luz eventos aparentemente aislados que terminan confluyendo en desenlaces históricos para el devenir del Cristianismo y cuestiona algunos acontecimientos que historiadores y creyentes pueden dar habitualmente por sentado. Este es un libro desprovisto de fervor religioso, de triunfalismo, sobresale la capacidad del autor en la atención al detalle sin perder de vista el inmenso cuadro completo de su narración. El teólogo y profesor de Oxford Diarmaid MacCulloch ha alabado que el autor “sabe de lo que está hablando”. Quienes busquen una historia con pasión ‘evangelizadora’ no la van a encontrar aquí necesariamente pero sí van a encontrar un libro que contribuye a un conocimiento y discusión informados sobre el largo, continuo y cambiante camino de la Cristiandad.