Olivos a la inglesa

Cuando se piensa en olivos se piensa en esas tierras con el Mediterráneo a un lado y con mucha luz de sol bañando todo alrededor. Es el árbol del aceite de las maravillas que en el sur de Europa es parte habitual del paisaje que conecta con Oriente, y en el norte de Europa del paisaje de vacaciones, añorado particularmente durante el invierno.

No obstante, en Inglaterra también se pueden encontrar árboles de Olea europæa que aunque no alcanzan la exuberancia y menos la productividad que tienen en sus suelos nativos, añaden novedad y belleza verde todo el año. Las variedades mejor adaptadas son las italianas Cipressino Frantoio y Leccino, y la española Arbequina. Se les encuentra ubicados estratégicamente en donde puedan recibir más sol, detrás de muros como protección de heladas y otros factores climáticos. También algunas personas los mantienen en materos de terracota. Los dedicados jardineros ingleses esperan pacientemente algunas cuantas aceitunas como recompensa tras los cuatro años que tarda aproximadamente un olivo en dar fruto.