Requiem ex-Westminster

Requiem ex-Westminster
Capilla de las Ánimas Catedral Westminster, Londres ©El Exquisito
Mesa Editorial / November 6, 2023
  • ‘Holy Souls Chapel’, la Capilla de las Benditas Ánimas del Purgatorio en la Catedral de Westminster en Londres, es particularmente admirable, desde la verja hasta el último detalle de los mosaicos y la obra en mármol en un conjunto a manera de compendio de la doctrina de la Iglesia sobre el pecado, sobre el Purgatorio, la purificación final antes de poder entrar al Cielo, sobre la salvación. Se podría decir que es una de las capillas más ‘universales’ de ésta, la iglesia madre de los católicos de Inglaterra y el País de Gales, en cuanto está dedicada a una devoción compartida extensamente por fieles de todo el mundo.

    Capilla de las Ánimas Catedral Westminster, Londres ©El Exquisito

    Muchos fieles acuden particularmente a la Capilla durante noviembre, el Mes de las Ánimas. Y muchos habrían acudido además para la Misa Tradicional de Requiem en el altar mayor de la Catedral, organizada por la Latin Mass Society de Inglaterra y Gales (asociación dedicada a la liturgia tradicional católica) desde hace 50 años, que este año 2023 estaba programada para el 4 de noviembre pero fue cancelada por decisión del arzobispo de la diócesis, el Cardenal Vincent Nichols, en una comunicación al presidente, doctor Joseph Shaw.

    La decisión del Cardenal sorprendió por dos razones principalmente: por la fecha del anuncio, faltando apenas poco más de un mes para la Misa; y porque suspende el efecto del llamado ‘Indulto Inglés’.

    Este Indulto, concedido por el papa Paulo VI por intermedio del entonces arzobispo, el Cardenal John Carmel Heenan, permitía la continuación de celebración de misas según el rito tradicional católico previo al Concilio Vaticano II, “por el bien de los fieles”.

    Una excepción conseguida en buena parte por la petición que un grupo importante de intelectuales y personalidades de la cultura británica había enviado al Papa para que no prohibiese el rito tradicional; y que permitió el establecimiento de una misa mensual en la cripta (luego cambiada a un altar lateral) y dos misas solemnes al año en el altar mayor, organizadas en coordinación con la Latin Mass Society. La pasada -y última por ahora- fue el 15 de julio de 2023, una memorable Misa de San Enrique, sobre la cual escribimos aquí.

    La Misa Tradicional fue suspendida en noviembre de 1970 y reanudada en Inglaterra el 17 de junio de 1972, mientras que en el resto del mundo solamente fue oficialmente permitida de nuevo en 1984 y posteriormente incentivada más por la carta apostólica Summorum Pontificum del papa Benedicto XVI en 2007.

    Ahora bien, la decisión del Cardenal Nichols no sorprendió del todo debido a la situación de la Iglesia desde la promulgación, por su parte, de la carta motu proprio Traditionis custodes del papa Francisco en 2021 y que ha generado una corriente adversa de controversia continuada internacional y de marginación para católicos tradicionales, clérigos y fieles, contra quienes se ha desencadenado una cruzada instigada desde ciertas posiciones de autoridad en Roma.

    De hecho, las misas de la Latin Mass Society, desde la promulgación de la Carta del papa Francisco, habían tenido que ser Cantatas, no solemnes con diácono y subdiácono.

    Entre las modificaciones introducidas por la Carta mencionada, las solicitudes para celebrar misas conforme al rito tradicional deben pasar, todas y cada una, por la corte papal, concretamente por el despacho del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que está a cargo de otro Cardenal inglés, monseñor Arthur Roche, quien no goza precisamente de un favor unánime entre feligreses, especialmente en su isla natal.

    La cancelación de las misas es entonces parte de una cuestión más complicada en el seno de la Iglesia Católica actualmente, como escribió el señor Shaw en este artículo de Crisis Magazine. Él respondió al anuncio de una manera muy británica: diplomática, práctica y con algún toque de ironía. Sin emprender una campaña en contra de los cardenales Nichols o Roche, ni otras autoridades episcopales, subrayando el hecho de que varias misas tradicionales se ofician semanalmente todavía en Londres y observando que la misma Latin Mass Society tiene organizadas otras misas tradicionales en noviembre y diciembre en la capital.

    El señor Shaw también calmó la “histeria” de quienes estaban llamando a una misa campal en las afueras de la Catedral u otras campañas a la manera que lo han tenido que hacer en ocasiones, por ejemplo, católicos tradicionales en Francia. Y de paso, ha anotado que la Latin Mass Society se ahorrará ahora el considerable costo de los honorarios de los músicos de la Catedral.

    No obstante, el hecho es significativo y ha causado incertidumbre y pesadumbre que el señor Shaw reconoce, aunque también sin dramatismo confía en que el efecto sea temporal.

    En entrevista para El Exquisito, explica: “Si algo hemos aprendido en los últimos años es que la política oficial puede cambiar radicalmente en un corto periodo de tiempo. No hay razón para imaginar que la política representada por Traditionis custodes será una excepción a este principio. Quienquiera que sea Papa en los próximos años, el papa Francisco o su sucesor tendrá que decidir si [la Carta] ha sido un éxito, si ha conseguido sus objetivos y si estos fueron bien considerados. Lo que verá es que ha causado toda suerte de dificultades: controversia, mala publicidad, división, acritud y la terminación de apostolados que estaban llevando de nuevo gente a la Fe, apoyando nuevas familias e inspirando vocaciones. Realmente no sé qué buenos resultados podría mostrar”.

    El presidente afirma que no cree que, con el paso del tiempo, los papas decidirán consistentemente que la política de Traditionis custodes debe continuar: “Sé que algunas personas están fuertemente motivadas por un odio ideológico hacia la Misa Tradicional. Ellas están teniendo su momento de influencia ahora, pero son pocas, y cada vez menos. Las voces más cuerdas prevalecerán en el tiempo”.

    Él anticipa que, en los próximos cinco años o menos, es posible que un Papa diga que Traditionis custodes ha sido “tan exitosa” que se puede devolver el poder a los obispos para permitir directamente la celebración de las misas tradicionales, y sería muy difícil objetar esa decisión. Esto, “por razones prácticas, restauraría el estado quo ante”. Los obispos, inclusive con la promulgación de Summorum Pontificum, han sido quienes han concedido los permisos en sus diócesis.

    En el caso de Inglaterra y Gales, subraya el presidente, “estamos agradecidos con la gran mayoría de obispos por mantener una política que tiene en cuenta las realidades pastorales [y permitir las misas tradicionales]”, advirtiendo que, en su experiencia, el cardenal Roche y el Dicasterio, hasta el momento, no han “ejercido más presión” de la que ya tiene la cuestión; aunque admite que quizá él “esté teniendo un interés particular en el país” y esto pueda estar detrás de la decisión del cardenal Nichols, sin que se conozca con certeza, oficialmente, la razón. “Sabemos que muchos obispos en Inglaterra han estado pidiendo permisos para hacer estas celebraciones en sus parroquias. A algunos les han sido concedidos por dos años, presumiblemente renovables”.

    El señor Shaw es enfático en señalar que sería equivocado sugerir que la situación actual “es más rígida en Inglaterra que en otros países”. En su país, claramente ha habido una falta de entusiasmo por aplicar con todo rigor Traditionis custodes. Y esto mismo ha sucedido en los Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania y muchos otros países. Inclusive en Roma, recuerda él, la Misa Tradicional se oficia diariamente y en dos iglesias los domingos. “Quizá esta actitud blanda es compartida por el mismo papa Francisco, en práctica aunque no en teoría”.

    Las motivaciones, acciones y discrepancias personales del actual Obispo de Roma son tema aparte.

    La Latin Mass Society ha organizado dos Misas Tradicionales de Requiem en la iglesia Corpus Christi, Maiden Lane, de Londres, como parte también de un programa especial en este segundo semestre del año, el Festival [William] Byrd 400 en honor al gran compositor inglés de la era Isabelina, con el Southwell Consort bajo la dirección de Dominic Bevan. La primera será este lunes 6 de noviembre, a las 6:30 de la tarde hora británica, un Requiem Cantado con Absoluciones, con la participación de la Catholic Police Guild, sociedad de miembros católicos de la Policía. La ceremonia incluye tres motetes de Byrd: Audivi Vocem, Peccantem me Quotidie y Libera me.

    De regreso a la Catedral, al lado de la Capilla de las Ánimas se encuentra una imagen de otro cardenal inglés, san John Henry Newman, cuyas palabras en el poema El sueño de Geroncio resonarán especialmente por estos días: “Ángeles a quienes la tarea es dada /Deben atender y cuidar y arrullaros, mientras yacéis; y Misas en la tierra y plegarias en el Cielo, /Deben ayudaros en el trono del Altísimo”.

    Así, entre el silencio y las veladoras se puede meditar sobre el Requiem Tradicional que no se cantó este año, y elevar una plegaria también porque sea restaurado en ésta, la iglesia madre de fieles católicos propios y extranjeros en Inglaterra. Porque si en Westminster, como en Roma, se deja de mirar a Oriente, se puede terminar perdiendo el Norte.

    Catedral de Westminster ©El Exquisito