Lo primero que se resalta es que la iglesia está dedicada precisamente al primer obispo que tuvo este poblado, en el siglo VII. Birino fue un monje, probablemente de origen lombardo, a quien el papa Honorio I le encargó en Roma, en el año 634, ir a Inglaterra a evangelizar a los sajones occidentales.
Él convirtió al cristianismo al rey de Wessex, Cynegils, quien le otorgó Dorchester como sede episcopal. El obispo estableció otras fundaciones, incluyendo la de la iglesia que sería la base de la Catedral de Winchester, a donde serían trasladados sus restos y en donde se le tenía un culto importante.
Birino murió en el año 650. Su santuario en Winchester fue destruido durante la Reforma Protestante, posiblemente en el año 1539. Ya en Dorchester, en 1535, había sido disuelta y posteriormente convertida en templo anglicano, la Abadía de san Pedro y san Pablo, fundada en el siglo XII en el sitio de aquella primera sede episcopal. El edificio no fue demolido, pero sí ha sido con los siglos despojado de mucho de su riqueza arquitectónica y religiosa original. Un monumento en honor al Santo se mantiene allí en una capilla lateral, aunque da una impresión de tremenda soledad en medio del austero ambiente alrededor.