Y más al norte de Europa, en la ciudad de Colonia, la insigne Catedral alemana alberga el atesorado relicario de los Reyes Magos que fue llevado en procesión solemne a la ciudad en 1164 (a la iglesia precedente de San Pedro), a instancias del entonces arzobispo de la ciudad y canciller imperial Rainald von Dassel, como gratitud del emperador Federico I ‘Barbarroja’ por su ayuda en la recuperación de Milán.
Según la historia, los Reyes Magos habrían vuelto a Oriente y levantado una capilla en donde habrían acordado encontrarse cada año y en donde estipularon ser enterrados. Se estima que murieron hacia mediados del siglo I, habiendo sido bautizados por el apóstol Tomás en su camino de evangelización hacia la India. Dos siglos más tarde, santa Elena, madre del emperador Constantino, viajó al lugar y trasladó las reliquias a Constantinopla, a la basílica de Santa Sofía, de donde fueron transportadas hacia una iglesia en Milán en el siglo VI, tiempos del emperador Mauricio.
El impresionante santuario de la catedral de Colonia consiste en un relicario grande de oro de gran tamaño, creación del famoso artesano medieval Nicholas de Verdun, iniciado en 1182 y terminado hacia 1220. La Catedral también tiene un tríptico dedicado a la Adoración de los Magos en el altar de la Capilla de la Virgen, que data alrededor de 1445 y es obra de Stefan Lochner, uno de los pintores más sobresalientes de la escuela colonesa. Toda la información sobre el santuario y la devoción a los Reyes Magos se encuentra en este excelente informe especial publicado por la Catedral (Kölner Dom).