El siguiente intento empezó con mucha pena por parte de quien escribe, porque una sucesión de imprevistos de transporte retrasó la llegada hasta la casa-oficina donde transcurrió el segundo encuentro, esta vez con la familia alrededor, los hijos entrando y saliendo, té para los adultos, una torta casera con la receta de la famosa cocinera Mary Berry que Shaw había flameado más de la cuenta pero que acompañó una conversación distendida, aunque no toda ella con fines de publicación.
La entrevista propiamente se vino a retomar una mañana lluviosa y fría de verano (clima inglés), y esta corresponsal recibió la gentileza de una taza de café, aunque muy cargada (hubo un momento de preocupación por las palpitaciones) en una robusta cafetera prensa francesa. Cada vez que el texto parecía estar a punto del punto final, pasaba una de estas dos cosas: Shaw, prolífico, publicaba un libro nuevo o se producía una intervención Papal, otro motu proprio o por interpuesta persona que obligaba a concentrarse en el anuncio, invariable en los últimos meses, de otra prohibición desde el Vaticano al culto tradicional católico.
Shaw preside la Latin Mass Society (LMS), una asociación de fieles católicos dedicada a la liturgia tradicional de la Iglesia, fundada en 1965; y también Fœderatio Internationalis Una Voce, agrupación internacional de organizaciones que conservan y defienden la misma liturgia, fundada en 1967. A pesar de las dudas acerca “de notabilidad general” que encabezan su página en Wikipedia, Shaw es, en el mundo angloamericano, una de las autoridades en el tema de la liturgia católica. Una autoridad tripartita: por convicción, por estudio, por activismo.