El menú lo tiene todo para una ocasión napolitana, de donde proviene originalmente la pizza, a propósito. Salsas de pesto o seta negra con aceite balsámico para crocantes que sirven de platos acompañantes, los arancini (bolitas de arroz con tomate, albahaca y parmesano), el pan con mantequilla de ajo, las aceitunas, ensalada marinada de col (sabe mejor de lo que suena) y por supuesto pizzas auténticas: además de la clásica Margarita, otra típica Napolitana, la Crocche, que incluye salchichas de hinojo y croquetas de papa.
También en el menú la pizza San Daniele con jamón de Parma, la Capricciosa (especialidad de la isla de Capri con champiñones y alcachofas) y para los atrevidos: una muy picante con chile y mascarpone cremoso. Éste y otros platos tienen N’duja, que es un tipo fuerte de embutido de Calabria. Quienes no quieran un incendio gastronómico en su plato deben advertir al ordenar, porque en general la comida de la región es bastante picante. La base de todas las pizzas es hecha con harina tipo Caputo que le da la calidad tan reconocida, tanto como la abundancia de tomates tipo San Marzano en los platos.
Ni la carta de vinos ni la de postres es particularmente llamativa, aunque ambas incluyen algunos interesantes nombres italianos para considerar. Y para terminar, recomendamos claramente un buen café. Otro día hablaremos de los pecados que se cometen contra el café en Gran Bretaña. En este restaurante, sin embargo, los sufridos tomadores de café encontrarán un espresso real y, más increíble aún: un auténtico capuccino. Es decir, el verdadero café que mantiene la espuma cremosa hasta el final. Ciertamente hay mucho, y muy auténticamente británico para conocer en la histórica ciudad de Warwick pero si se quiere una escapada italiana real, es una buena idea ir a la Mamma.