En las afueras de la ciudad de Oxford, en la colina conocida como Boars Hill, avanzando por un camino que también conduce a un campamento scout, se encuentra uno de repente con una Cruz imponente que merece la pena admirar. Hecha con troncos de árbol, pende de ella una corona que enfatiza su preeminencia en un campo abierto en el que los árboles alrededor le sirven de marco. Desde allí se tiene además una vista amplia sobre el valle en el cual se alcanza a distinguir, de un lado, la superficie industrial de la ciudad y del otro, algunos de los “capiteles ensoñadores” de la célebre Universidad.
El sitio es propiedad de la Orden de los Carmelitas Descalzos, que tiene allí una comunidad de retiros y formación. Años atrás, la casa perteneció a Robert Bridges, médico de profesión y quien fuera además Poeta Laureado en Inglaterra entre 1913 y 1930. Quien visite actualmente se encontrará, en el área exterior, un aire de que hubo tiempos mejores alrededor. La Capilla con su altar en solitario, sin agua bendita, y en los jardines, alrededor de una estatua de la Virgen, un desconcertante abandono. Pero de pronto, aparece la cruz, y una franja de numerosos árboles recién plantados, conformando un paisaje con mensaje: lo verdadero se mantiene en pie, y cuando hay sequía, se tienen que plantar nuevas raíces.